lunes, 7 de mayo de 2012

MOTHER.

Un sonido incomprensible de infante. Todo sería realmente comprensible a la vez. Dejaríamos de clavar nuestras cabezas contra aristas de piedra en una pared de frustraciones. La vida que vivimos en un dada eterno. Hay que romper. Papeles, recuerdos, plumas, tinteros, carne y hueso. Debe de arder todo y quebrarse antes de que nos rompan a nosotros mismos. Si todo fuera un balbuceo con sentido, un puzzle en la cabeza, metafísica pura dentro de la boca, peleando con mil lenguas bífidas...Si fuera ello, seríamos amantes de nuestro ego... Soy yo. Soy completamente anti-yo. Y me deshago resbalando por entre las agujas de un reloj de bolsillo, casándome con la podredumbre que vomito. Polvo, polvo, polvo y lenguas. Mi cuerpo del revés y la sangre a cuentagotas, sobre el suelo. El suelo de las nubes. El suelo del helminto y de los corazones calientes...Y acabamos muriendo en un éxtasis horizonal, con los ojos en blanco mientras la lengua de una mariposa copula con la mente y planta opio y calma en nuestras pesadillas. Moth. Moth. Madre estéril y parricida, que amamanta a su cría con amarga sangre del desencanto del inocente. Entonces es cuando abrimos los ojos; todo pupila, entonces todo es veraz, entonces sabes que todo es sueño a pesar de estar despierto. Que no hay ángeles ni arcángeles que guarden puertas o nos cuiden de las pesadillas de ojos brillantes que se ocultan en nuestro reverso. Nosotros somos pesadillas. Pesadillas de largas patas y dientes, para correr rápido y desgarrar violentamente el útero en el que nos resguardamos. Y el útero cruel nos escupe al frío, odia y revienta y entonces nacemos una vez más, bastardos de la nada. Y sólo hay un sólo momento real en el que somos ponzoña pura adictiva y somos un yo concéntrico, dando vueltas sobre sí mismo...Y somos droga...una línea horizonal... metafísica pura y veraz. Horror en un alma cerrada. Y somos... y somos... y somos el polvo de la nada. Una idea incomprensible. Concupisciencia corpórea. De nuevo; debemos romper con todo antes de que el todo Saturno nos devore, como hijos bastardos de un útero de la nada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario